¡¡Feliz Navidad y buen año 2010!!

Queridos amigos en el Señor, junto a Nora les deseamos lo mejor. Esperamos haber sido útiles al Movimiento de esta Diócesis de San Rafael.
Por cualquier necesidad de datos, cuenten con nosotros.

Un gran abrazo en Cristo y María.

DECOLORES!!!!!!!!!!!

TÚ QUE…

Los Cursillos de Cristiandad por ser vida viva no caben en una definición definitiva que los limite y constriña.

El mundo avanza y si bien la esencia y la mentalidad de los Cursillos de Cristiandad, por lo que tienen de Fundamental Cristiano permanecen siempre vivos y actuales; avivando y actualizando todo lo que se deja penetrar por su espíritu, no podemos dejar de notar que su mismo nombre: “Cristiandad”, suscita hoy comprensibles suspicacias. Sin duda cuadraría mejor con lo que se quiere conseguir y se va consiguiendo con ellos, llamándoles CURSILLOS DE CRISTIANÍA.

Se habla mucho de pastoral de misión y pastoral de cristiandad y el Movimiento de Cursillos, de seguro, responde mucho más a la denominación primera que a la segunda.

Es curioso que tanto protagonismo cambiador con que se ha pretendido complicar, adulterar, edulcorar, clericalizar y tergiversar el Movimiento de Cursillos, desde su nacimiento, a nadie se le haya ocurrido que, precisamente es el nombre lo que debería ser cambiado, ya que, hoy por hoy, la palabra cristiandad no precisa ni da a entender lo que el Movimiento de Cursillos es, persigue y consigue.

El concepto Cristiandad da la sensación de ser todavía, porque muchas veces ha venido siéndolo, un condicionamiento previo, un marco pío que ha de enmarcarlo todo, aunque lo que más vale del hombre, que es su intención -el norte de su libertad- se quede fuera: por tradición, por costumbre, por haber sido ancestralmente así casi siempre, parece que lo único que cuenta en el paradigma de cristiandad es el comportamiento, aunque éste no responda a ninguna convicción. El comportamiento se tiene tan en cuenta que no pocas veces es el único dato en que se apoya la calificación de una persona.

Las manifestaciones masivas que reducen la participación de los creyentes a una mera asistencia de presencia pasiva, los actos con que se pretende dar oficialidad a lo cristiano, creando e impulsando estructuras cristianas sin contar con cristianos convencidos y decididos que autentifiquen con su actitud ante la vida su ser de cristianos, es edificar sobre arena. La cosmética apostólica en lugar de cubrir, descubre porque al fragor del mismo vivir cae lo efímero y fugaz y permanece lo verdadero.

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, para ser fiel a su carisma fundacional, ha de moverse en otra dirección, porque va por otra línea, pues una vez implantado en una diócesis y contando con un grupo de cristianos adictos a la Iglesia y seguidores de sus enseñanzas, éstos han de moverse en el sentido de ir logrando, por la vía de la oración confiada y la inquietud orientada, un acercamiento efectivo y cálido hacia las personas alejadas que no viven ni practican y que muy posiblemente, al tener noticia del mensaje cristiano y llevarlo a su vida, puedan, contando siempre con el tiempo que se precise, ser motor e impulso de muchas buenas y nuevas acciones cristianas.

Y ello va siendo posible, tan sólo, cuando los cristianos de siempre tratan de comprender la actitud de los recién llegados y saben esperar confiados y sin paternalismos, que vaya madurando su actitud de convertidos, pues casi siempre los árboles les parecen hombres y los hombres árboles; pero lo menos adecuado es aprovechar la ocasión para colocarles un tratado de botánica y otro de anatomía.

TU

Que tal vez vives escandalizado, contrariado y confuso por tantas cosas que te parecen incomprensibles y no hallas la VERDAD porque no ha crecido contigo.

TU

Que te dedicas a consumir como todos, o a presumir como unos cuantos, pero que puedes asumir, que es sin duda lo que te toca, como cristiano que has querido ser y has sido en tantas ocasiones.

· El encontrarse con uno mismo

· El descubrir a los hermanos

· El toparse con Cristo, el de entonces, de ahora y de siempre.

TU

Que lo experimentaste en la primera hora, a ti que te ha dolido más de una vez haberlo olvidado.

TU

Que por no haberlo olvidado del todo, a veces te has debatido entre un puritanismo de herencia y un erotismo de préstamo, no te niegues a experimentar la alegría de una mayor profundización y el gozo de sentirte amigo de tus hermanos.

Si nos ponemos en comunicación contigo es porque tú eres un eslabón vivo de la cadena de realidades que ha hecho posible que los Cursillos llegaran a los cinco continentes.

Si te decides, no olvides que con tu presencia entre nosotros aumentarás nuestra alegría.

Eduardo Bonnín

Francisco Forteza

“SPE SALVI”

“…la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida. Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Aquí, después de los terribles “dueños” de los que había sido propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un “dueño” totalmente diferente –que llamó “paron” en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo. Hasta aquel momento sólo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un “Paron” por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. También ella era amada, y precisamente por el “Paron” supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada. Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba “a la derecha de Dios Padre”. En este momento tuvo “esperanza”; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue “redimida”, ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios. Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su “Paron”. El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia. El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas. La esperanza que en ella había nacido y la había “redimido” no podía guardársela para sí sola; esta esperanza debía llegar a muchos, llegar a todos.

BENEDICTO XVI - CARTA ENCÍCLICA - “SPE SALVI”


El Cursillo y la vida

El Cursillo no es un acontecimiento de la vida, si no...

El medio

La manera

La forma

de ir consiguiendo que la vida sea un acontecimiento.


Nuestros Cursillos

Son un movimiento que trata de poner a los sujetos:

En condiciones de pensar y emprender

De ser libres y de acometer tareas históricas con ilusión y realismo

De ensanchar horizontes y desterrar costumbres caducas

• Cualquier persona tiene creatividad para hacer historia,

si encuentra su singularidad y hace una pincelada en el cuadro de la vida; sus pinceladas son insustituibles.

Este es el reconocimiento de nuestras facultades,

la ventaja de sentirse únicos a los ojos de Dios.

Hay costumbres que encadenan a las personas

y le quitan amplitud a su horizonte:

la costumbre no debe ser un ancla.


Piedra angular del Movimiento de Cursillos


Que la persona se encuentre consigo misma donde está,

para que llegue donde pueda.


Podemos decir que la historia del movimiento es la incidencia de la potencia de esta verdad en el tiempo.

La potencia de esta verdad se sitúa en la persona, ni en lo realizado ni en lo realizable, sino en el trayecto que ha seguido para encontrarse consigo misma.

Todo lo que se ha conseguido en la historia del Movimiento es lo que ha hecho el hombre para encontrase consigo mismo... todo está ahí, en estirarle hasta lo posible, arrancarle todas sus notas posibles...

como a un acordeón.


REFLEXIONES - Paso a paso por los senderos de Dios - EDUARDO BONNÍN AGUILÓ

¿Por qué tengo que ir a la iglesia?

Te recomiendo que lo leas… es de lógica

Un asiduo asistente a la Iglesia, le escribió al editor de un periódico quejándose que no tenía sentido ir a la Iglesia todos los Domingos.

“He ido durante treinta años”, escribía, “y durante ese tiempo habré escuchado como 3.000 sermones. Pero juro por mi vida que no recuerdo ni uno sólo de ellos. Pienso que estoy perdiendo mi tiempo, y los sacerdotes también, dando sermones”.

Así empezó una controversia en la columna de “Cartas al Editor”, para deleite del mismo Editor.

La misma que continuó por varias semanas, hasta que alguien escribió lo siguiente:

-“Ya llevo casado 30 años. Durante ese tiempo mi esposa debe haber preparado 32.000 comidas, y juro por mi vida que no me acuerdo de ni un solo menú. Pero sí sé esto: Todas me alimentaron y me dieron la fuerza que necesitaba para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me las hubiera preparado, estaría físicamente muerto el día de hoy. ¡De la misma manera, si no hubiese ido a la Iglesia para alimentarme, estaría espiritualmente muerto en la actualidad!”.

Cuando estás desorientado y sin saber qué hacer: ¡Dios tiene siempre algo para ti!

La Fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.

¡Gracias a Dios por nuestro alimento material y espiritual!

Creo que todos deberían leer esto.

Cuando Satanás esté tocando a tu puerta, simplemente di:

-Jesús, ¿puedes abrir Tú por mí?

¡QUE DIOS TE BENDIGA!

Si crees que vale la pena, reenvíalo a tus familiares y amigos.

Si no, descártalo… nadie sabrá que no lo hiciste…

Gracias Christian Andrés Morán Rojas, Talca, Chile

tensiones y atenciones

Observo que actualmente la gente se preocupa mucho de la tensión arterial, pero hay otras muchas tensiones más peligrosas, porque cuando aumentan desproporcionadamente, no se funciona como se debe, producen fricciones, desavenencias y toda clase de líos.

Estas tensiones, que abundan en nuestra vida cotidiana, se producen por falta de diálogo, por falta de transparencia.

Una tensión es lo contrario de una atención. La tensión, crispa; y la atención, relaja.

Si tuviéramos más presente aquel lema de “ser fieles al evangelio, abiertos a las realidades y atentos a las personas”, tendríamos más atenciones y menos tensiones.

Con una visión evangélica se disipan las nubes. El “como a ti mismo” del evangelio, sirve para destensar las tensiones que se produzcan.

Pensar en el prójimo, tratar a los demás como quisiéramos ser tratados nosotros... eso destensa, porque todas las tensiones son producidas por el orgullo, el egoísmo o la ambición.

Orgullo, egoísmo y ambición son tres clases de ortigas que crecen en el interior de uno, y si uno no tiene una red de contención para esto, lo desbordan.

Este muro de contención es el criterio. Contener a las ortigas no se arregla con normas, sino con el criterio, que tiene una parte de intuición, otra de buena voluntad y otra de paz interior.

Uno que no se enfada nunca, cuando se enfada nunca tiene razón, pues cuando se acumula tensión basta una pluma para desbordar el saco.

La paciencia puede eliminar tensiones, pero las acumula muchas veces y, si no se eliminan, se reproducen y, a veces, estallan.

Hay tensiones que son continuas y otras que son coyunturales.

Somos como el teclado de un piano de cola: si nos levantáramos la tapa veríamos todas nuestras cuerdas; la vida tiene todas estas tensiones, pero no todas se tocan a la vez. Se tocan de vez en cuando, cuando falta claridad o transparencia, pero a veces uno no se da cuenta de todo lo que se está tensando.

Las tensiones invisibles suelen ser a veces tonterías, duras terquedades, como el amor propio de los que se necesitan pero no se perdonan.

Cuando hay comprensión y una buena comunicación, como la que existe entre amigos, estas cosas no suceden.

Los roles fijos también son orígenes de tensiones, son un fenómeno muy corriente donde no hay flexibilidad, pero cuando hay amor todo esto se supera y se elimina.

El silencio es a veces mucho más expresivo que la palabra. Un silencio oportuno puede destensar, y otro, premeditado, puede ser como una puñalada.

El mal humor siempre suele ser producto de un mal amor.

Las atenciones, en cambio, demuestran la vitalidad de cada persona, su criterio, su ánimo. Son un síntoma del amor.

Las tensiones son consustanciales al Hombre, porque donde no hay tensiones es en el cementerio.

El Hombre es un ser social, que se relaciona, y a veces hay relaciones tensas y otras que destensan.

Donde hay tensión hay vida, hay vitalidad. Esta vitalidad debe orientarse hacia el criterio para tener claridad en el obrar en cada momento.

Hay tensiones en la pareja, entre padres e hijos, entre hermanos, entre el maestro y los alumnos, entre los vecinos, entre el jefe y los trabajadores, hasta entre los amigos. Pero no siempre todas las tensiones se tensan en una misma coyuntura; por eso es importante tener un orden de prioridad para atenderlas y destensarlas.

Cuando la comunicación con los demás es fluida, no hay nada que la obstruya, uno vive en paz consigo mismo y con los demás, lo que redunda en su felicidad.

Ser feliz y sentirse feliz; puede uno ser muy rico y no darse cuenta o ser muy tonto y no darse cuenta. Ser y sentirse es distinto.

El humor es una dimensión de la ternura. Reírse de uno mismo es una buena manera de empezar el día, de destensarse y de iniciar el camino hacia la felicidad.

El mal humor siempre suele ser producto de un mal amor.

REFLEXIONES
Paso a paso por los senderos de Dios

EDUARDO BONNÍN AGUILÓ

ESENCIA Y FINALIDAD

ESENCIA:

Naturaleza de una cosa

FINALIDAD:

Las cosas se explican y se comprenden mejor expresando su finalidad

La ESENCIA de los Cursillos es la ESENCIA de lo cristiano:

Lo nuclear

Lo central

Lo medular

Lo básico, lo que llamamos:

LO FUNDAMENTAL CRISTIANO

¿Qué es lo Fundamental cristiano?

No es una doctrina que se tiene que saber, es una realidad que se tiene que vivir en conexión viva con la vida misma, desde lo que la vida es, interiorizando las realidades que más apuntan al vértice de lo cristiano, para ir encarnándolas en lo cotidiano. Tratando de comprender y asimilar que el Evangelio, no es la simple opción por la virtud, sino intentar, con honradez ejercer siempre la virtud de optar por Cristo y por el hombre.

Dios en Cristo nos ama. Dios me ama a mí.

Ser cristiano, más que otra cosa, es sentirse amado por Dios, y vivir asombrándose de ello, ya que lo más genuinamente cristiano es dejarse amar por Dios.

La actitud interna que ésta realidad genera, cuando se cree de verdad, y se vive en plenitud, fermenta y contagia. Pero para captarla, para experimentarla, para ir encontrando a Dios que es amor, tal como es, es necesario tratar de presentarnos ante Él tal como somos.

Dios me ama. Es la verdad más verdadera y el bien más bueno.

El único valor que lo valora todo, y que jamás se desvalora, porque es calcular el valor de lo que vale, de lo que verdaderamente vale, al cambio que no cambia.

Es la realidad más viva, más real y más dinámica.

Y el móvil, la orientación y el ritmo de la realización más eficaz, más personalizante y más plena.

Esta realidad, al ser captada, comprendida, vivida, convivida y compartida por la persona, se le hace rotunda, clara diáfana, con fuerza para suscitar un dinamismo que todo lo puede potenciar.

Impulsa a las personas, los acontecimientos y las cosas, hacia su más radical originalidad, hacia su más desbordante plenitud y hacia su más dinámica creatividad.

Esto nos hace verlo todo, desde la visión de Dios, y por tanto de manera optimista, alegre y confiada.

Es una manera nueva de ver las cosas de siempre.

El Cursillo enfoca lo cristiano desde ésta realidad.

La parte de solución que la persona pueda dar ha de partir de sí misma, desde sus adentros, desde ya.

Se pide a los que tengan oídos para oír, una actitud consecuente, posible, inmediata, concreta, o sea: realizable desde ahora mismo, por uno mismo y desde ya. Más que nada, lo que se intenta conseguir es saber adoptar una actitud positiva ante la vida.

El mensaje, el espíritu del Cursillo, es un eje que hemos de dar a nuestra historia, y por ella a la Historia, no tan sólo una realidad realizada en la historia.

No es un cambio en el sistema, es un cambio de sistema.

Se trata de descubrir otra visión, sin duda más profunda y más auténtica.

Salvando la enorme distancia, viene a ser algo parecido a lo que dice el Señor en el Evangelio: "Se os ha dicho que....", "pero yo os digo...."

Porque, para entenderlo, para captarlo, hay que pasar del concepto del "mandamiento" de amar a Dios, a la Buena y perenne Nueva de que Dios nos ama.

También hay que caer en la cuenta que, desde niños, se nos ha venido diciendo que hemos de creer, amar y esperar en Dios, casi siempre sin habernos comunicado antes, la Gran Noticia de que Dios, en

Cristo, cree en nosotros, nos ama, y hasta espera con ilusión que le correspondamos.

Desde pequeños, se nos ha venido diciendo que, si hacemos algo malo, Dios nos ve, y la idea que hemos

tenido es la de un Dios policía que nos está espiando, pero la realidad es muy otra, el Señor más que vernos, nos mira, y nos mira con interés, con ilusión, con amor, como un padre mira a su hijo, o como un abuelo mira a sus nietos, existe entre EL y los hombres, una relación privilegiada y omnicomprensiva.

Cuando estas realidades son captadas, elaboradas y concretadas con inteligencia, y llevadas a la vida de cada uno, por cada uno, con ilusión, tesón y corazón, van siendo órbita y cauce de la mejor realización personal y de la necesidad ineludible que todo el mundo tiene de una acertada integración social.

El que ha vivido la experiencia de un Cursillo, y lo ha entendido, no suele dejar de aprovecharse de los medios precisos y concretos que se le brindan: la Reunión de Grupo y la Ultreya, que cuando se practican tal y como exige su finalidad, y por lo que tienen y contienen de espíritu y de verdad, sirven no tan sólo para conservar el ánimo y el empuje descubierto, redescubierto y experimentado en los tres días del Cursillo, sino para dinamizarlo, activarlo y expandirlo, desde su ser y su estar de persona en ejercicio, en su circunstancia concreta, esto es, donde Dios le ha colocado; algo, evidentemente más difícil, que querer representar roles de "cristianos comprometidos" que casi siempre son cristianos comprometedores, vendedores obstinados de rezos, reuniones, y obras pías que, al no estar dinamizadas por la fe, la convicción, el entusiasmo y la presión evangélica que todo lo cristiano, para ser cristiano, ha de contener y expresar, pierde de vista la diana que se propuso un día, y pronto se halla experimentando lo que alguien certeramente llamó "el cansancio de los buenos".

Para tratar que el entusiasmo que suscita el Cursillo no se quede varado en el aburrido arenal de lo pío, perdiendo o malbaratando al interesado sus cualidades humanas, al cabo de más o menos tiempo, el Poscursillo procura antes que otra cosa, que cada uno trate de ser él mismo, y que procure ir descubriéndose y conduciéndose por el camino de su vivir, dando gracias a Dios por sus cualidades, y sabiéndole ofrecer sus limitaciones, que siempre suelen darse al filo de las circunstancias crucificantes que cada uno tiene que soportar.

La interiorización, por la gracia consciente que vive, quiere vivir o le duele no vivir, profundizada por su reflexión personal y el contacto vivo, amistoso y periódico con los hermanos, hace que vaya percibiendo en su persona, haciéndole más persona, el Cristo vivo, normal y cercano que, todo cristiano está llamado a transparentar en su vivir.

Cuando en la vida normal alguien, algunos o muchos, pueden experimentar en sí mismos y en los que viven cerca de ellos, que Cristo vive, que está vivo, que puede avivarlo todo y que con EL a bordo de sus personas, la vida es bonita, le gente es importante y vale la pena vivir, se va aprendiendo también a ver a Cristo en los demás hombres, sean o no cristianos.

Viviendo y compartiendo con los hermanos las verdades que en el Cursillo conocieron y que experimentan en la vida, se va comprendiendo que lo cristiano es el fermento evangélico que, situado y activado en lo más personal de la persona, forma y acrecienta su convicción, la que, conforme va alcanzando las zonas personales de lo humano de cada uno, las despierta y concientiza haciéndose decisión.

Nos duele el mundo como está, y quisiéramos que fuera como Cristo quiere. Nuestro cometido -lo sabemos bien- no está en saborear y disfrutar de lo descubierto, sino en hacerlo posible a muchísimos más. También sabemos, que la gente convencida y decidida es la única que puede convencer, y decidir y hasta entusiasmar a los demás.

No podemos olvidar que el Movimiento de Cursillos no está pensado de cara al mejor confort de los que se dicen "buenos", y que tal vez se creen serlo, sino para ver de conseguir que a los que se dicen "malos", y que casi nunca lo son tanto como la gente cree: los no informados, lo mal informados y los desinformados, pueda llegarles de manera simple, concreta y atractiva, la Gran Noticia de que Dios, en Cristo, está vivo y les ama.

Eduardo Bonnín